Hemos hablado en otros post acerca de qué tipo de personas pueden ser swinger:
¿Qué significa ser swinger?
Ser swinger no es para todos, ¿para quién es?
¿Un mundo feliz?
En resumen, hemos dicho que un abogado puede ser swinger, lo mismo un psicólogo, una doctora también. Incluso maestros y maestras de primaria pueden ser swingers, siempre y cuando lo decidan libremente, sin influencias externas (ni siquiera de su pareja) y con conocimiento de causa.
Bajo esta lógica entonces:
¿Una actriz porno puede ser swinger?
¿Una bailarina exótica puede ser swinger?
¿El presidente de una República y/o su primera dama puede/n ser swinger/s?
SÍ. Cualquier persona puede serlo independientemente de la profesión que ejerza.
Ser swinger es un estilo de vida que principalmente involucra una forma de llevar la sexualidad de manera más libre que el resto de las personas.
Una profesión es aquello que nos define como personas económicamente activas, para lo cual nos hemos preparado y practicamos cada día. En el mejor de los casos la profesión es lo que nos da de comer.
Dado que las profesiones tradicionales tienen poco que ver con el mundo swinger no se juzga cuando una Astrofísica es además swinger, al contrario se festeja. Siendo una comunidad tan atacada por los medios y los estereotipos sociales, alegra en grande manera que haya personas con carreras y profesiones típicas de genios/as.
Sin embargo una astrofísica generalmente no divulgará que es swinger, porque puede poner su carrera profesional en riesgo (Stephen Hawking no lo ha hecho y eso que ya se declaró ateo). Se mantiene en secreto, no porque ser swinger sea malo, sino porque la sexualidad ejercida libremente tiene aún retos que salvar en el resto de la sociedad.
Las bailarinas exóticas y las actrices porno tienen una profesión que conlleva un usufructo de su cuerpo. A diferencia de la astrofísica, una bailarina exótica o una actriz porno sí pueden divulgar con libertad que son swinger. Que su profesión requiera el uso de su cuerpo y su sexualidad, no les impide además ser swinger. Mientras sepan marcar una línea divisoria entre lo que es su profesión y su estilo de vida swinger, pueden ser swinger lo mismo que el presidente de la República y su primera dama pueden serlo.
Hay otras profesiones amigables al mundo swinger, cuyos representantes sí pueden divulgar su estilo de vida swinger: escritores como Robert Heinlein, científicos como Stephen Hawking (aunque él nunca lo ha divulgado realmente), el actor porno Ron Jeremy, la DJ Scarlett que además de ser swinger es DJ topless en fiestas swinger, el fundador de una de las revistas porno más famosas Hugh Hefner, Marilyn Monroe, etc. En algunos casos incluso ser swinger es obvio para personas con profesiones igual de liberales.
Son privilegiadas las personas que pueden combinar su profesión con su estilo de vida swinger porque no tienen que esconderse. Son aún más escasas aquellas personas con profesiones amigables a un estilo de vida liberal que pudiendo divulgarlo, se lo guardan. Si no tienen que llevar necesariamente una doble vida como el resto de los pobres mortales swinger que cuidamos hasta la paranoia nuestra privacidad e identidad, ¿qué más daría que lo divulgaran a los cuatro vientos?, sin embargo no todas esas personas que podrían hacerlo, lo hacen. Y quienes lo hacen, se agradece que lo hagan separando la profesión del estilo de vida swinger.
Qué bueno sería que todos pudiéramos combinar la profesión con el estilo de vida swinger. Si fuera así, ¿cuántos podrían de verdad marcar aquella línea divisoria?