Sobre el autor

Ana es Community Manager en SwingLiving.com. Puedes seguirla en @SwingLiving

Publicado Bajo: Opinión, Principiantes

Este tema es especialmente difícil cuando la pareja es mujer, porque las mujeres generalmente no hablamos de nuestras fantasías sexuales.

A las mujeres se les ha acondicionado a creer que las experiencias sexuales sobre las que fantasean, son prohibidas y socialmente inaceptables. Por este motivo la mayoría de las mujeres prefiere mantener sus fantasías sexuales escondidas pues consideran que esa es la manera más segura de experimentarlas sin ser juzgadas. A veces ni a sus mejores amigas les cuentan sus fantasías sexuales.

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Si de verdad quieres que tu mujer sea swinger, te tocará crear el ambiente necesario, donde ella se sienta cómoda y segura, para compartir y hablar libremente de sus fantasías sexuales contigo.

Paso 1. Comienza tu

Seguramente ambos temen compartir sus fantasías sexuales por temor a ser juzgados o para no lastimarse. Las fantasías como ya hemos visto, son normales y no deben ser motivo para sentir culpa, vergüenza o repulsión. Si tomas la iniciativa y te pones en una posición vulnerable, ella puede animarse a contarte también sus fantasías. Cuando le cuentes una fantasía, escoge alguna pequeña. ¿Has oído que si pones una rana en agua hirviendo, la rana salta?, pero si la pones en agua fría y gradualmente vas calentando el agua, la rana no notará lo caliente del agua y hervirá hasta morir. Para empezar a contarle tus fantasías a tu pareja, tienes que empezar con una fantasía pequeña e ir gradualmente avanzando hacia fantasías más atrevidas. Si de buenas a primeras comienzas con tu fantasía más grande, saltará igual que la rana y cuando quieras volver a hablar del tema, lo evitará porque ya sabe de qué se trata.

Paso 2. Escoge el lugar y momento adecuado

Por supuesto tiene que ser un lugar íntimo y sin ruido, donde ambos se sientan a gusto y conectados. Puede ser incluso su propia cama, aunque considera que muchas mujeres se sienten vulnerables al estar desnudas. Si este es el caso de tu pareja, lo mejor es hablar del tema afuera de su habitación. Tal vez ella prefiera hablar lo acompañada de una copa de vino y con la ropa puesta, como sea, asegúrate que el ambiente no la haga sentir presionada.

Paso 3. Hazla sentir amada

Este paso es tan esencial que se puede escribir todo un libro al respecto. Ella necesita saber y estar segura que no importa lo que te diga, tú las seguirás amando. Tal vez antes que plantearle la posibilidad de ser swinger, tengas que evaluar primero cómo se siente ella en su relación. Si no se siente amada, tendrás que trabajar primero en eso antes que en hacerla swinger.

Hemos dirigido estos tres consejos al público masculino porque es de los hombres de quienes recibimos más preguntas al respecto, sin embargo estos pasos también puede seguirlos una mujer interesada en animar a su esposo a volverse swinger.

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