Ahora que tu pareja y tú han puesto en marcha algún juego de rol para estimular mutuamente su sexualidad juguetona, atrevida y erótica, sobre todo la de ella, su diosa sexual interior debe estar despierta y lista para seguir jugando… Paciencia, falta muy poco para puedas hablarle sobre el tema swinger con éxito.
Antes de hablarle del tema swinger, te recomendamos seguir explorando con ella, poner a prueba sus limitaciones y ayudarla a experimentar situaciones con más erotismo, por ejemplo avanzar a juegos de rol añadiendo ahora un poco de bondage.
Aquí unas historias que les servirán para comenzar:
La prisionera
Tu esposa es prisionera, una criminal que debe ser castigada. Quítale la ropa y manosea sus pechos y genitales. Antes que intimidarse, ella se excita por tu intromisión a su intimidad. Dile que el momento de torturarla ha llegado y tiene prohibido incluso moverse. Toma unas cadenas ligeras y ponlas alrededor de su pecho y pellizca sus pezones. Luego ordénale ponerse en cuatro y quedarse totalmente inmóvil mientras tu la masturbas. Después de un rato, toma las cadenas y ponlas alrededor de sus caderas deslizándolas también entre los labios de su vagina para seguir masturbándola. Cuando termines de torturarla (masturbarla) haz las cadenas a un lado y penétrala por detrás.
Amo y esclava
Tu esposa ha sido una esclava desobediente y debes castigarla por sus errores. Llévala a un cuarto oscuro alumbrado sólo por una vela en una esquina. Hazla quitarse la ropa y ponerse de rodillas frente a la cama cubierta con una sábana negra. Amarra sus manos a la cama y asegúrate que su trasero quede al aire, lo mismo que sus genitales. Ella debe sentirse impotente y a merced de tu voluntad. Adviértele que tiene prohibido moverse y salte del cuarto… Después de un buen rato cuando ella piense que ya se te olvidó que existe, regresa al cuarto y acúsala de haberse movido ligeramente de la posición en que la dejaste. Ella sabe que va a ser castigada y puede protestar, negar que se ha movido, sin embargo tu no cederás y comenzarás a castigarla, frotando sus nalgas hasta entibiarlas y luego soltándole de pronto una ligera nalgada. Déjala otra vez sola en el cuarto con la advertencia de no moverse y regresa después de un rato para castigarla otra vez con nalgadas más fuertes o en la forma que tu elijas.
Ama y esclavo
Tu esposa es tu ama y tu eres su esclavo. Ella te cubrirá los ojos con una venda y te desvestirá poco a poco. Después te ordenará ponerte de rodillas y adorarla. Tu tendrás que rogar para que ella te deje tocarla. Finalmente ella cederá para permitirte lamerla para luego ordenarte que te masturbes en frente de ella pero sin llegar al climax. Mientras tu te masturbas ella te tortura golpeándote el trasero ligeramente con un chicote y frotando sus pechos y su vagina contra tu cara. La excitación es demasiada para aguantar. Después de eyacular ella continuará castigándote por haber desobedecido.
Si eres hombre y es tu pareja a quien le cuesta más trabajo soltarse sexualmente, tu debes ayudarla con paciencia, amor y respeto. El mundo swinger es un ambiente adecuado para la mujer, sólo si ella quiere explorarlo y beneficiarse de ese poder sexual que conlleva. Paciencia, estamos a muy poco de compartirte consejos para abordar el tema swinger y hablarlo con tu pareja de tal forma que efectivamente lo acepte.
Recuerden que si tienen comentarios, sugerencias o inquietudes respecto del alguno de los temas que hemos tratado o que iremos abordando aquí en www.guiaswinger.com, pueden escribirme a ana@swingliving.com o info@swingliving.com. O dejar su comentario en este post. De cualquier forma, su comunicación será bien recibida, gracias.